Porque las tipografías tienen sentimientos, pueden enamorarse o tener
mascotas. Porque a veces se cansan o quieran simplemente salir a jugar.
Letras minúsculas, pequeñas y adultas, tan mayúsculas ellas como los números, que llaman a cuánto signo ortográfico exista, para formar veinticinco pequeñas situaciones en formato postal y darle forma a un delirio.
Es que a veces las tipografías se aburren de solo formar palabras y esta vez han decidido sonreir y ponerse a ilustrar.
Letras minúsculas, pequeñas y adultas, tan mayúsculas ellas como los números, que llaman a cuánto signo ortográfico exista, para formar veinticinco pequeñas situaciones en formato postal y darle forma a un delirio.
Es que a veces las tipografías se aburren de solo formar palabras y esta vez han decidido sonreir y ponerse a ilustrar.
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